El cimborrio, la techumbre y la torre de la catedral de Santa María de Mediavilla son un claro ejemplo del mudejár turolense, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su decoración está hecha con motivos geométricos, heráldicos, vegetales, epigráficos y figurativos, construyendo una gran enciclopedia de la vida medieval. Esta considerada la capilla sixtina del mudéjar.