Conoce Teruel

Al recorrer sus calles y descubrir el impresionante legado artístico que conserva, sentirás que Teruel tiene un claro sabor a medieval.

El arte mudejár tiene nombre de ciudad

Si alzas la vista en la ciudad de Teruel verás las bellas torres del Salvador, San Martín y San Pedro, las encargadas de guiarte en tu paseo por el casco antiguo de la ciudad. Y junto a la Catedral de Teruel, son los grandes ejemplos del mudéjar turolense. 

Plaza del Torico

El centro neurálgico de Teruel, la plaza más transitada por los turolenses tanto en sus momentos de ocio y de alegría como en el rutinario día a día laboral. Su nombre se lo da su fuente, coronando la pequña estatua de un toro en lo alto de la columna. En la singular geometría de la plaza, destacan dos edificios: la Casa del Torico y La Madrileña, ambas obra de estilo modernista.

Mausoleo de los Amantes

Cuenta la leyenda que, en el siglo XIII, dos jóvenes vivierón la historia de amor más trágica conocida en Aragón y que ha transcendido a lo largo de los siglos. La visita al Mausoleo os acercará a este contexto histórico con 4 partes diferenciadas: El amor en tiempos difíciles, la historia de los Amantes, Los Amantes, fuente de inspiración y El reposo de los Amantes. 

Dinópolis

El paque temático de los Dinosaurios combina ciencia y diversión donde pequeños y mayores disfrutan al descubrir el fascinante mundo del periodo Jurásico. Este espacio ofrece un recorrido por la historia para conocer a las criaturas más extraordinarias que han pisado la Tierra. Su sede está en Teruel capital, pero cuenta con otros siete centros distribuidos por la provincia. 

Iglesia de San Pedro

La Iglesia de San Pedro de Teruel data del siglo XIV con arquitectura mudéjar de Aragón. Se encuentra en la antigua judería de Teruel y en ella podrás comtemplar su torre mudéjar, así como el ábside poligonal. En su exterior resaltan los arcos mixtilíneos y la cerámica vidriada. Y en su interior, el retablo renacentista y la capilla de los amantes.

Escalinata

Se trata de una construcción neo-mudéjar, uniendo la arquitectura mudéjar (con ladrillo y cerámica vidriada) y el estilo modernista (la forja de las farolas). Fue construida entre 1920 y 1921 para eliminar el fuerte desnivel existente entre el centro y la Estación de Ferrocaril. Una nueva vía de acceso y expansión de la ciudad medieval a la moderna. 

Torres Mudéjares

Custodiando el cielo turolense, las torres del Salvador, San Pedro y San Martín son las encargadas de guiarnos por el centro de la ciudad. La torre más antigua es la de San Pedro, levantada a mediados del siglo XIII. Y en el siglo XIV, se elevarón las torres de El Salvador y San Martín con rasgos góticos. Te sorprenderán por su cerámica vidriada en verde y blanco.

Catedral de Santa María

El cimborrio, la techumbre y la torre de la catedral de Santa María de Mediavilla son un claro ejemplo del mudejár turolense, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su decoración está hecha con motivos geométricos, heráldicos, vegetales, epigráficos y figurativos, construyendo una gran enciclopedia de la vida medieval. Esta considerada la capilla sixtina del mudéjar.

Muralla

Aunque su conservación no es excelente, todavía se observan algunos tramos de las murallas construidas en la Edad Media. Hubo siete puertas de acceso a la ciudad, pero ahora sólo se conservan dos de ellas: Portal de San Miguel o Puerta de la Traición y Portal de Daroca o Puerta de la Andaquilla. La Puerta de la Traición se encuentra al lado del Acueducto de los Arcos. 

Acueducto de los Arcos

Ubicado al norte del casco histórico de Teruel, está considerado una de las obra civil más importantes del Renacimiento español. Su construcción fue a mediados del siglo XVI, compuesto por 150 arcos en dos niveles, con el fin de solucionar el problema de la falta de agua de la creciente población. Y además, otra de sus funciones era comunicar la ciudad con la Peña del Macho. 

Albarracín, la localidad detenida en el tiempo

Un pueblo paralizado en los años de la Edad Media, dada la extraordinaria conservación de su patrimonio histórico. Pasea por sus callejuelas, admira sus casas de color rojizo con llamadores de forja, descubre los balcones con visillos de encaje, adéntrate en su castillo, sube a la muralla, camina por sus pinares... ¡Estos singulares rincones le hacen ser un pueblo de cuento!  

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